Después de que las lluvias dieran un (breve) respiro, salimos a comprobar la alarmante noticia: «… el río Guadalquivir inunda el Pabellón de la Navegación en Cartuja’93». Sí, se había desbordado, pero tampoco llegó la sangre al río.
Después de que las lluvias dieran un (breve) respiro, salimos a comprobar la alarmante noticia: «… el río Guadalquivir inunda el Pabellón de la Navegación en Cartuja’93». Sí, se había desbordado, pero tampoco llegó la sangre al río.